martes, 21 de junio de 2016

LA PARANOIA DE LA GUERRA

                      




La paranoia de la guerra
es una enfermedad
de quien a ella se aferra
en su resabio y maldad.

Delirio de persecución
a quien piense diferente,
con la estigmatización
hasta del mas inteligente.

Un paranoico de la guerra
llega a perder la razón
y un fantasma le aterra
en su imaginación.

Para desatar la ira
a la mentira se aferra.
Él se inventa una mentira
justificando la guerra.

Cuando se invadió a Irak
se recurrió a la mentira
para poder descargar
la guerra y toda su ira.

El paranoico de la guerra
llega a la exageración,
y a la guerra se aferra
con nefasta posición.

Manipulando la mente
de cualquier desprevenido,
lo conduce ciegamente
a la guerra enardecido.

Justificando este medio
para su finalidad,
resulta ser el remedio
peor que la enfermedad.

sábado, 18 de junio de 2016

EL DRAMA DE UN CAMPESINO EN LOS MONTES DE MARÍA






"Campesino trabajador,
no reniegues de tu pobreza,
no desees la riqueza ajena,
que también tienes tu don".

Asi empieza la canción
del cantautor sabanero,
Calixto el acordeonero;
quien sintió preocupación
por la mala situación
que vive el campesinado,
cuando no es subsidiado
en condición desigual.
Aumentando este mal
cuando ha sido desplazado.

El cantautor vallenato
le pide en esa canción
que tenga resignación,
aunque le venda barato
al comerciante ingrato
el fruto de su cosecha;
aumentando así la brecha
entre el rico y el pobre.
Cuando aquel, aunque le sobre,
le hace la vida estrecha.

Sin plata para trabajar
el campesino ha quedado
olvidado del Estado
que es parco para apoyar
a quien tiene que sembrar
plátano, yuca y maíz
para el sostén de un  país
que lo mantiene olvidado,
con el campo abandonado
donde el mal tiene raíz.

En precaria condición
hoy trabaja el campesino.
Y no es cosa del destino
esa mala situación
que hoy vive en la región
de los Montes de María,
donde sufre todavía
secuelas de la violencia,
sembrando por subsistencia
y por el pan de cada día.

Pues si se atreve a sembrar
una mayor cantidad,
tendrá gran dificultad
para un día recuperar
lo que se llega a gastar
preparando el terreno,
comprando abono. veneno,
semilla y matamaleza...
Cuando la Naturaleza
le manda un año bueno.

Se lleva la utilidad
el comerciante ingrato
quien le paga muy barato
si hay cosecha en cantidad.
El transporte a la ciudad
se lleva otro dividendo.
Por lo cual estamos viendo
un campesino atrasado,
en el campo rezagado
y en la pobreza muriendo.

Hoy trabaja el campesino
en tiempos de paz o guerra,
preparando bien la tierra
para forjar su camino
dando pan al citadino.
Donde son los ganadores
los dueños de los tractores
y las casas productoras
de insumos, fumigadoras...
y los acaparadores.

Es esta la realidad
que vive el campesinado.
Su producto es rebajado
cuando llega a la ciudad.
Pero sube sin piedad
la gasolina y el flete,
llevando siempre del fuete
cuando se achicha el mercado.
Quedando 'limpio' y cansado
con su burro y su machete.

Img. eluniversal.com