Regocíjate con la esposa de tu juventud,
no la dejes si te ha correspondido.
Mantén siempre la mejor actitud
aunque con el tiempo haya envejecido.
Manténgase viva la llama del amor
para que con el tiempo no se apague.
Aliméntalo con un beso, una caricia, una flor,
y que en éxtasis de amor ella te embriague.
Trata de entenderla y complacerla
en sus caprichos y antojos de nujer.
Así nunca llegarás a perderla,
y con ella llegarás a envejecer.
No habrá motivos para cambiarla por otra
mas joven y mas atractiva.
Pues el amor cuando se empotra
en el corazón, mantiene la llama viva.
No permitas que pierda el encanto
que tiene el amor de una mujer.
Sólo así no habrá quebranto
y, juntos, llegarán a envejecer.
D.R.A. 2017
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