CAMPEONES DESDE ANTES DE NACER

                                 

Somos únicos cual las huellas dactilares,
lo que nos hace obviamente diferentes,
y, en diferentes países y lugares,
una historia que se escribe entre las gentes.

Somos campeones desde antes de nacer,
cuando un espermatozoide fecundó
un óvulo en la matriz de la mujer
que luego dio a luz al ser que se formó.

El Dios verdadero mediante el ADN
dirigió su formación y crecimiento.
Por lo cual cada ser humano tiene
un código genético o de nacimiento (Sl.139:16)

Y cada vida es una historia de amor
que hay que vivir para poder contarla,
cantar, danzar, para matar el dolor;
llorar las penas para sobrellevarla.

Unas veces cantamos y otras lloramos,
puede ser de tristeza o ser de alegría.
Muchas personas en Dios nos refugiamos
otras, en el alcohol y las drogas día a día.

Somos únicos cual las huellas dactilares,
cada uno, una historia de amor diferente.
Y en diversas naciones y lugares,
cada quien de su perfil es muy consciente.

Somos campeones desde antes de nacer,
el éxito depende de las oportunidades
y el apoyo que uno pueda tener
para desarrollar las capacidades.

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