El ser humano distraído
siempre tiene la tendencia
a no escuchar la advertencia
y a cerrar el oído
para quedarse dormido.
Para despertarse tarde
y hasta haciendo alarde
de su habilidad y viveza
contra la Naturaleza,
aunque a la vez sea un cobarde.
La pesca indiscriminada
como la tala de bosques,
(aunque a mas de uno choque)
con la caza despiadada,
tienen la tierra arruinada.
La ciénaga de María
que aún subsiste todavía,
tuvo grande producción.
pero están en extinción
muchas especies hoy día.
Ya no hay fuentes de trabajo
y aumenta el desempleo.
El caso se pone feo
para los que son de abajo
o tienen ingreso bajo.
Ante dura realidad
de pobreza y orfandad,
al humilde campesino
no le queda otro camino
que irse para la ciudad.
Continuará.
Img. internet
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