viernes, 11 de enero de 2013

HACIENDO AL AGRESIVO AL NIÑO

        
                                 
             
LECTURA PARA REFLEXIONAR

Alguien pudiera pensar que el niño agresivo
lo es por los genes de los padres o por el destino.
Pero teniendo en cuenta el proceso formativo,
no fue por destino que agresivo al mundo vino.

Pues son muchos los  factores que influyen en su formación.
Factores que van desde el rechazo en el vientre de la madre
hasta el rechazo en una sociedad sin amor ni compasión,
sumándose en ciertos casos hasta el machismo de un padre.

El machismo de un padre que hasta le dice a su hijo
que ser macho es ser brusco en todo momento,
no como el justo Abel a quien Dios bendijo
y luego mató Caín por injusto resentimiento.

Quien quiera tener un hijo agresivo,
distorsione la enseñanza de la Biblia
en un mundo violento y compulsivo,
donde ruedan los valores y se hunde la familia.

Cómprele juguetes que fomenten la violencia
y enséñele la mentira de que no existe la verdad;
que es válida e irrefutable la falsa creencia
en un mundo donde abunda toda clase de maldad.

Dígale a su hijo que el hombre macho se escuda  en el puño,
y no dispuesto a ningún acuerdo se arma hasta los dientes
para agredir siempre, antes que recibir consejo alguno,
confundiendo el ser agresivo con el ser valiente.

Dígale a su hijo que el juego violento no ofende al Rey
y que la Biblia no la leen los hombres intelectuales.
Que los hombres machos viven sin Dios y sin ley,
y que Dios ha muerto al permitir tantos males.

Dígale a su hijo que no sea compasivo ni sepa perdonar,
y que el hombre macho es el que no sabe perder.
Para que en las bandas criminales él vaya a parar
cuando ya sea tarde y no lo pueda detener.


Img. internet

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