Con toda la pasión que cautiva al ser humano,
el fútbol bien cautiva a las masas populares,
paralizando a todo un país desde temprano
cuando se realiza un partido entre estelares.
Pasión del fútbol que bien debería contribuir
a que todos vivamos unidos y en paz,
sin que hincha alguno corra el riesgo de morir
a manos de otro hincha fanático incapaz.
Incapaz de entender que el fútbol es una fiesta
que une a los pueblos para feliz convivencia,
mientras no se infiltren hinchas desadaptados.
Porque cuando hay ego irracional en una gesta
y no hay amor, nace el odio y la violencia.
Violencia contra la paz y sus postulados.
Img. internet.
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