'VENCIENDO EL MAL CON EL BIEN'

                         

Antes de un ruidoso estrellarse
el corazón es altanero.
Y quien quiera ser el primero,
primero debe humillarse.

Siempre un corazón calmado
es la vida del organismo,
evita un traumatismo
y el quedar paralizado.

Quien quiera tener larga vida,
tenga un corazón calmado;
aunque se sienta provocado
mantenga la ira reprimida.

Manteniéndose calmado,
venciendo el mal con el bien,
puede doblegar a quien
injustamente lo ha odiado.

La furia del furibundo
tiende a venirse contra él,
cuando en su actitud cruel
se vuelve muy iracundo.

Recogiendo en recompensa,
el repudio de los demás.
De los que aman la paz,
el perdón y la dispensa.

Olvidando en su egoísmo,
que aquel que busca la paz
y hace el bien a los demás,
se hace el bien a sí mismo.

(Prov.18:12; 14:30; 2Ti.2:24; Ro.12:21)