desafía a la autoridad,
y para ocultar su error
distorsiona la verdad.
Fue lo que ocurrió en Edén
cuando un ángel malvado
quiso acabar con el bien
que al hombre se le había dado.
El saboteador mayor
tildó de mal gobernante
al soberano Creador,
de una manera intrigante.
Impulsó la rebelión
del primer hombre Adán,
cayendo en la situación
de sufrimiento y afán.
En su afán de independencia
Adán rechazó al Creador
trayendo a su descendencia
sufrimiento y dolor.
No conforme con el daño
siguió acusando al humano,
con mentira y con engaño
ante el señor Soberano.
Imputando un mal motivo
a el servicio sagrado
que le rinde al Dios vivo,
dice que es interesado.
Menos mal que el justo Job
lo dejó por mentiroso,
y el saboteador quedó
lleno de odio y furioso.
Así el saboteo ha seguido
acusando al propio Hijo
de Jehová, quien ha traído
consuelo y regocijo.
El saboteador mayor
ejerce gobernación,
sembrando odio y terror
en todo pueblo o nación.
Pero el fin se le ha acercado
a inicua gobernación
cuando ha sido entronizado
el Rey que da salvación.
Al saboteador mayor
le queda un corto tiempo.
Y el soberano Creador
dará paz sin contra tiempo.
Gen.3:1-15; Job 1:7-12; Jn.10:36; 12:31;14:30; Rev. 12:7-12
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