Cabalga sobre una bestia
Babilonia la ramera,
a quien le causa molestia
la religión verdadera.
Por basar toda su creencia
en la Palabra de Dios,
la ataca con inclemencia
para acallar su voz.
Por mantenerse separado
y no ser parte de este mundo,
el pueblo de Dios es odiado
por Satán el iracundo.
Lo tilda de terrorista
por mantenerse neutral.
Lo tilda de extremista
por ser a su Dios leal.
Así proscribe su obra
una nación poderosa,
donde a la bestia maniobra
la religión tortuosa.
Confisca todos sus bienes
la infame bestia salvaje,
con quien la ramera tiene
alianza para el ultraje.
Pero esta infame ramera
pronto será devastada.
Presa de la borrachera
por la bestia será odiada.
Jehová el Todopoderoso
pondrá en el corazón
del gobierno poderoso
llevar su devastación.
Odiarán a la ramera
los gobiernos poderosos,
quienes la dejan encuera
por sus actos vergonzosos.
Los reyes o gobernantes
con quienes alianza sella,
junto con los comerciantes
se lamentarán por ella.
(Rev.caps. 17,18)
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