Un mundo sin esperanza
se va acercando a su fin.
Aunque hay progreso y avanza,
es malvado y es ruín.
Un mundo sin esperanza
se acerca a su final.
Aunque hay progreso y avanza,
se hunde en el odio y el mal.
Hay angustia de naciones
sin encontrar la salida.
Proliferan religiones
y la gente confundida.
Guerras en cualquier lugar
y escasez de alimento.
Tiempo difícil de manejar
cuando abunda el descontento.
Ni capitalismo ni comunismo
arreglan la situación.
La bestia se va al abismo
como humana gobernación.
Pero el reino que Jehová
ha dado a Jesucristo,
de la tierra quitará
la maldad que el mundo ha visto.
La muerte y la enfermedad
serán cosas del pasado,
haciendo una realidad
el paraíso restaurado.
(Mt.24:3-14; Da.2:44; Rev.21:4; Sl.37:.29; Lu.23:43)
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