lunes, 24 de junio de 2013

¿VALE LA PENA SER BUENO?

                       




Existe la historia de niños que han sido recompensados
por devolver el dinero que se encontraron, o el vuelto
que le dieron demás.
                            
También existe la historia de personas que han sido despedidas del
empleo por hurtarse o vender a escondidas los enseres de la empresa donde laboraban.

La historia de personas que son preferidas como trabajadores por ser honradas y no mentir.

Como la historia de personas buenas que les ha ido muy mal
y hasta han sido golpeadas por hacer el bien.

Los inicuos en este mundo prosperan en su maldad
y muchas veces les va mejor que a los buenos.

Por eso me hice la pregunta:
¿Vale la pena ser bueno?

Haciendo un recorrido por mi vida
no quice lamentarme de mis desdichas
ni condenarme por mis errores.
Mas bien le pedí perdón a Dios, y fuerzas para levantarme y seguir adelante,
sin desfallecer ante los que me odian sin causa.

En un momento me sentí como el salmista que expresó lo siguiente:

'En cuanto a mí, mis pies casi se habían desviado,
casi se había hecho que mis pasos resbalaran.

Porque llegué a tener envidia de los jactanciosos,
cuando veía la mismísima paz de los inicuos.

Porque no tienen dolores de muerte y su panza está gorda.
No se hallan siquiera en el penoso afán del hombre mortal,
y no son plagados lo mismo que otros hombres.
...
Su ojo se ha saltado de gordura;
se han excedido de las imaginaciones de su corazón.
Escarnecen y hablan de lo que es malo;
acerca de desfraudar hablan en estilo elevado.
...
Y han dicho: "¿Cómo ha llegado a saber Dios?
Y, ¿existe conocimiento en el Altísimo?"

¡Mira! Estos son los inicuos que están en desahogo indefinidamente.
Han aumentado sus medios de mantenimiento.

De seguro, en vano he limpiado mi corazón
y lavo mis manos en la inocencia misma.
Y llegué a ser plagado todo el día,
y la corrección mía es cada mañana.
...
Y me quedé considerando para saber esto;
fue cosa trabajosa a mis ojos,
hasta que proceedí a entrar en el mismísimo santuario de Dios.

Quería discernir el futuro de ellos.
De seguro en suelo resbaloso es donde los colocas.
Los has hecho caer en ruinas
...
Porque, ¡mira!, los mismísimos que se mantienen alejados de tí
perecerán.
Ciertamente reducirás a silencio a todo el que, inmoralmente, te deja.

Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí.
En el señor Soberano Jehová he puesto mi refugio,
para declarar todas tus obras'.
Siguiendo los pasos de Jesucristo.

¿Vale la pena ser bueno?

(Sl.73:2-28)
Img. internet.

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