sábado, 3 de enero de 2015

AMADA MÍA


                                 



Con la fragancia de una flor que no se marchita,
has despertado en mí el amor, amada mía.
mi corazón alegre y desesperado palpita
queriendo tenerte a mi lado cada día.

Poco a poco te has metido en mi corazón
y ya se me hace difícil vivir sin ti;
casi he llegado a perder hasta la razón.
Sin tu amor, mujer, no sé que será de mí.

Soñando con tenerte en mis brazos,
llegó el día en que se hizo realidad
para embriagarme en tu pecho, con besos y abrazos.

Amor ardiente que nunca debe morir,
para alcanzar la verdadera felicidad
dando verdadero sentido a mi existir.

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