Cuando ocurre una tragedia
como la del Chapecoense,
la pasión del fútbol media
ante el dolor que se siente.
Un equipo con mucho potencial
ha sufrido la pérdida en un accidente,
cuando viajó a enfrentarse al Nacional,
por lo que dolor y lamento se siente.
Cuando el suceso imprevisto acaece
sólo queda el dolor y la resignación,
como en el caso del Chapacoense
ante el accidente que sufrió el avión.
Ello muestra lo frágil del ser humano
ante la futilidad de la creación,
a la que la sujetó el Dios soberano
sobre la esperanza de su liberación.
Sobre la esperanza de la resurrección
tanto de justos como de injustos,
bajo la real y justa gobernación
de Cristo, sin dolor ni disgustos.
(Jn.5:28,29; Hch.24:15; Rev.21:4)
Img. red
No hay comentarios:
Publicar un comentario