Quien no ejercita el pensamiento
está condenado al atraso
y para su adelantamiento
se resiste a dar un paso.
En su pobreza mental
no ejercita el pensamiento
como algo esencial
para su adelantamiento.
Anquilosado en el estigma
de la resignación
se apega al paradigma
de la riqueza y la opresión.
Si nació en la riqueza
piensa que es privilegiado
y si nació en la pobreza
es porque Dios lo ha olvidado.
Como no quiere cambiar
no hace investigación
para poder avanzar
a una mejor condición.
Pero el de mente abierta
ejercita el pensamiento
y se mantiene alerta
pensando en su crecimiento.
Por ello, la pobreza es mental
y se puede derrotar.
Por lo cual es esencial
el pensamiento ejercitar.
Usar la creatividad
es por lo tanto esencial
para la prosperidad
y acabar con el mal.
La escuela debe brindar
las herramientas esenciales
para poder desarrollar
muchos esquemas mentales.
Sólo así podrá lograr
educar para la vida
y poder enderezar
la mentalidad torcida.
D.R.A.
2016
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