domingo, 2 de septiembre de 2012

LA MUERTE DE UN SER QUERIDO



                        

Queda un vacío muy profundo
cuando muere un ser querido,
que al pasar por este mundo
fue un compañero y amigo.

Recuerdos inolvidables
perduran en la memoria,
de momentos agradables
y de los tiempos de gloria.

Se fue el compañero y amigo
alegre y amoroso,
que bien compartió conmigo
con un corazón gosozo.

No lo volveré a ver
en este mundo inestable,
donde la muerte ha de ser
un enemigo implacable.

Pero existe la esperanza
en el Dios de salvación,
Jehová, quien victoria alcanza
al dar la resurrección.

Por ello pregunto, oh muerte:
¿Dónde está tu aguijón,
si a Cristo, al ser obediente,
le dió la resurrección?

Vida eterna en el cielo
o vida eterna en la tierra.
Viviendo un mundo nuevo,
sin sufrir penas ni guerra.

(Hch.2:24; 1Co.15:55;Sl.37:29;Isa.65:17-25;Rev.21:4)

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