En tiempos de la bonanza,
Bolívares venezolanos
eran la gran esperanza
para muchos colombianos.
Se iba al país vecino
el colombiano desempleado,
y también el campesino
que sin tierra había quedado.
Haciendo duro trabajo
el Bolívar se ganaba
pero hoy se vino abajo
y la cosa se pone brava.
A Colombia enviaba
los Bolívares ganado
y al cambio le aumentaba
el dinero enviado.
A Colombia han regresado
el campesino sin tierra
y también el desempleado
que a su terruño se aferra.
¿ Pero a dónde irá a parar
sin trabajo el colombiano
acostumbrado a ganar
el Bolívar venezolano?
Mejor silencio guardar
para no ser imprudente
al llegar a analizar
este problema vigente.
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